Mi parto en Holanda

Bienvenidas!

En este post os cuento mi experiencia del parto en Holanda. En principio no tengo queja alguna respecto a cómo fue mi parto, y digo en principio pues no sé qué pudo pasar para que mi bebé tuviera que estar ingresado durante una semana en el hospital por una infección que que no supieron decirnos de qué se trataba. El parto en sí fue bien para mí: fue rápido, sin epidural (cuando pensé en pedirla ya era tarde para que me hiciera efecto, aunque podía haber utilizado remilfetanil, que también alivia un poco el dolor) y tras salir mi bebé me sentía eufórica, pero seguramente eso fue mérito mío o de mi genética y no tanto de quienes me atendieron.

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Comencé con contracciones a las 6 o 7 de la mañana de un jueves a finales de Julio. Contracciones que en un momento yo diría que no eran más que unas ganas inmensas de ir al baño… (apretones, para quién me entienda). Llevaba dos días estreñida y aquellas contracciones me vaciaron entera!! Yo no pensaba de hecho que fuesen contracciones, pero después los dolores de barriga continuaban, cada vez más intensos y con una frecuencia de entre 5 y 20 minutos. Me empecé a mosquear… No quería despertar a mi marido y aguantaba el dolor como podia agarrándome fuerte a la sábana y gritando, pero flojito.

Mi marido se despertó para ir a trabajar pero decidió quedarse por si acaso, yo le dije que se fuera que no era nada, pero él insistió, y menos mal!

Los dolores eran cada vez más insoportables hasta que expulsé el tapón mucoso, y las contracciones cada vez más regulares (aunque la regla del 5:5:1 no sé cumplía). Llamé a la matrona tal y como me dijeron y le expliqué lo que me pasaba (casi no podia ni hablar cuando me venía la contracción! Pero te dicen que hables tú por teléfono, no el acompañante que haya contigo en ese momento, porque según ellas por la voz también pueden identificar si la mujer está de parto o es una falsa alarma… La matrona vino, esta vez era una nueva que no había visto en mi vida y que parecía o una estudiante o una recién graduada. Me vio que estaba de 4 cm, y al introducirme los dedos en la vagina creo que me hizo, sin consultar, la maniobra de Hamilton, pues inmediatamente rompí aguas.

La matrona me dijo que volvería en una hora o así, que aún estaba de 4 cm, y aquí en Holanda hasta que no estás de 8 cm no vas al hospital a parir. Se fue y me dejó con los dolores. Cinco minutos después rompí más aguas pero esta vez con meconio, lo cuál es una emergencia pues el bebé está sufriendo. La misma chica vino y nos fuimos al hospital (Slotervaart Ziekenhuis), ella en su coche y nosotros detrás en el nuestro. Me hizo llevar un empapador de usar y tirar que tenía yo en mi casa (insisto, me sorprendió que ella no tuviera en su maletín si se dedica a atender partos, si bien es cierto que mi seguro me envió una caja con empapadores y más cosas en caso de que mi parto se produjera en casa). Y al llegar al hospital me sacó una silla de ruedas para subirme a la planta de partos, me senté y me hizo levantarme y coger mi empapador del coche para ponerlo en la silla. Me parece bien pero a la vez me sorprenden estos detalles tan cutres, qué queréis que os diga, pero así es Holanda (pagas una pasta al Seguro pero así es el trato, sé que es un detallito de nada pero uno tras otro…tras otro…).

Subimos a la sexta planta y ya que tenía meconio en el liquido amniótico el parto me lo debían atender ginecólog@s. Pero esta matrona (que era muy cariñosa) se quedó conmigo en la sala de partos, bueno y junto con mi marido. Tal y como llegué me quité la ropa (sólo la parte de abajo, de hecho parí con mi camiseta que traía puesta) y me empezó a atender una ginecóloga que creo que también era recién graduada (no me quedó claro si dijo que era su primer parto) y una enfermera. Luego fue viniendo más gente a la habitación, un ginecólogo jefe, que de vez en cuando se pasaba por la habitación como para supervisar (lo que también me hace pensar en que la ginecóloga que me atendía quizás estaba haciendo prácticas), más enfermeras, una matrona del hospital…

La cosa iba bien hasta que al llegar a los 8cm ya no dilataba más, y decidieron ponerme oxitocina. Me dijeron que posiblemente me dolería más así que si quería podía pedir reminfetanil, ya que para la epidural ya era demasiado tarde, pero finalmente no utilicé nada para el dolor. Mi matrona (bueno la de por la mañana que vino a mi casa) ya debía irse pues cuando ya se interviene con medicamentos o sustancias (en este caso oxitocina) ella ya no podía estar allí.

Comenzaron las contracciones fuertes y me decian «Push push!» y otras veces «Don’t push!» pero yo cada vez que me venían mi cuerpo me pedía empujar. Algo debía pasar porque volvió el ginecólogo jefe y miró a una de las matronas jefas que estaban en mi habitación con una mirada como de que algo no iba bien o que la ginecóloga que me atendía no lo estaba haciendo bien. Como hablaban en holandés entre ellos no nos enterábamos de nada mi marido y yo, pero algo raro pasaba. Por lo visto se estaba alargando demasiado, el bebé estaba sufriendo y por lo visto sus niveles de oxígeno estaban bajos, y de hecho me metieron una sonda para comprobar los latidos del corazón del bebé ya que no los encontraban y los confundían con los de mi corazón.

Poco a poco con cada empujón la cabeza del bebé comenzaba a aparecer, mi marido pudo verlo: todo el mundo (unos cuantos) en la sala estaban en plan «You’re doing good! Great! Push push push!!». Me dijeron si quería tocar la cabeza del bebé o si quería ver cómo salía poniéndome un espejo pero les dije que no, que yo quería acabar cuanto antes y que no quería nada de espejos (estaba concentrada y dolía mucho, no estaba yo para espejos!!). Al final salió y me lo pusieron en el pecho, mi marido le cortó el cordón umbilical y el ginecólogo jefe nos hizo una foto con mi móvil (foto preciosa por cierto). Pero en seguida se llevaron a Diego porque por lo visto estaba muy bajo de oxígeno. Mi marido se fue con él.

Mientras tanto yo estaba tan feliz en la habitación, mi placenta salió sin apenas empujar y salió entera. Luego me trajeron una galletita azul (rosa si mi bebé hubiera sido niña) que es típico de aquí, y luego vinieron a coserme ya que se habia desgarrado un poco la vagina (no me hicieron episiotomía). Esto fue casi peor que el parto! Después de todo el trabajo lo último que quieres es que te toqueteen más. Vino una señora a coserme con una estudiante, que también me cosió. Por cierto nadie me dijo cuántos puntos me dieron, a pesar de que lo pregunté, pero se me curó pronto y bien (creo, ya que en la revisión de la cuarentena el ginecólogo no me exploró, solo me pregunto que si todo bien, nada más).

Para no enrollarme más, y ya que este post trata sólo del parto, sólo os diré que mi bebé tuvo que estar una semana en el hospital con antibióticos por una infección que nunca supieron lo que era. Esta semana fue horrible pero afortunadamente ya pasó y mi bebé que ya tiene 3 meses está divinamente. Pero el trato que recibimos esta semana dejó mucho que desear, quizás este tema lo trate en un próximo post.

Cualquier cosa en la que os pueda ayudar podéis escribirla en los comentarios.

Un saludo!

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